Se necesita compromiso político para la transición energética
- Germán Martínez
- 25 nov
- 5 Min. de lectura

Apoyado en investigaciones y en su experiencia laboral alrededor de los modelos de generación de energía, David García Álvarez, un joven profesor de Geografía en la Universidad Complutense de Madrid, España, visitó a Colombia para intervenir en la Cumbre de Gobernanza para la Transición Energética Justa, realizada en Santa Marta.
García Álvarez ha trabajado en Alcalá y Granada, así como en el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea y es reconocido como un investigador de las dinámicas asociadas a los cambios en los usos del suelo en ámbitos regionales y locales. De lo que se trata, dice, es de ser proactivo en la “comprensión de las dinámicas espaciales que impactan y transforman los territorios”.
Según el académico, los avances se hacen con distinto ritmo y velocidad en distintos países del mundo, y sobre su mirada y análisis particular hizo una serie de reflexiones encaminadas a promover la urgencia de tomar decisiones que permitan una transición eficaz y real hacia el uso de energía limpias para bien de la humanidad.
Las siguientes son preguntas y respuestas solicitadas al investigador García Álvarez, desde amigosdelcampo.com quien estuvo en Santa Marta por invitación de la Fundación Pares y el ministerio de Minas y energía de Colombia, explicando experiencias y conociendo opiniones, tras escuchar a las comunidades rurales e indígenas de distintos departamentos de Colombia.
¿Cómo explicaría y definiría la situación de transición energética en España?
Actualmente, en España existe un claro compromiso político con la consecución de una transición energética y ecológica, directamente alineada con los objetivos de la política medioambiental y climática europea. Esto ha hecho que en los últimos años se hayan acometido importantes progresos que promueven la consecución de esa transición energética, si bien aún son muchos los retos pendientes y largo el camino hasta la consecución de una transición efectiva. En mi opinión, el país se encuentra en una buena dirección y situación respecto a sus ambiciones en la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo en clave energética y ecológica.
¿Y cuál es la situación cualitativa y cuantitativa de países de la UE comparado con España?
Existen importantes diferencias entre los distintos países de la UE respecto a su agenda ecológica, que incluye la necesidad de realizar un cambio de modelo energético. Si bien en España el compromiso con la transición ecológica del gobierno actual, de ideología progresista, es claro, muchos otros países de Europa son menos ambiciosos en su agenda energética y medioambiental, en parte consecuencia del auge de opciones políticas populistas de derechas que niegan la crisis climática. Aunque las políticas medioambientales de la UE, con el Pacto Verde, hacen que en toda la Unión se camine en una misma dirección, el diferente compromiso político y social con esa transición entre países ocasiona importantes diferencias en las políticas y ambiciones adoptadas en cada caso y, en consecuencia, en la forma en la que esa transición toma forma de forma efectiva en los distintos territorios.
¿Cuál es la mayor limitante para que la transición energética de España no sea mayor?
Al igual que en la mayor parte de sociedades del mundo, la transición energética y ecológica conlleva una serie de transformaciones que, en ciertas ocasiones, ocasionan un cierto impacto social, que muchas veces se traduce en descontento. Esa desafección de importantes sectores de la sociedad respecto a la agenda verde y la necesidad de cambiar el modelo energético del país, hace que muchas políticas y proyectos que podrían conducir a una transición energética y ecológica más rápida y efectiva se ralenticen o que, incluso, no se lleguen a acometer.
¿Qué papel está jugando el sector privado y los empresarios en la transición energética española?
Es fundamental que el tejido productivo de un país participe de la transición energética y ecológica, ya sea a través de incentivos, normativa o una adecuada comunicación de los beneficios asociados a este cambio. En España, la adopción de un marco regulador claro y favorable a la transición, junto a toda una serie de incentivos económicos, hacen que el sector privado sea un agente más que contribuya al cambio de modelo.
¿Y las universidades y los investigadores están articulados con los sectores productivos?
En España, las universidades y centros de investigación forman parte esencial del tejido social del país, y se encuentran en íntima relación y contacto tanto con los sectores productivos como con los sectores institucionales, especialmente en materias como las relacionadas con la transición energética. Aunque aún hay mucho margen y esa articulación podría fortalecerse y ser más fuerte, ya está en vigor y es relevante. Quizás los proyectos de financiación financiados por los programas europeos, como Horizonte Europa, pueden ser uno de los mejores ejemplos donde de manera directa se plasma esa articulación.
¿Hay suficiente articulación de los empresarios y las universidades con el gobierno?
Siempre existe margen de mejora, pero la articulación, al menos en materia de transición energética, existe y tiene cierto vigor.
¿Ve una buena relación costo-beneficio en la transición energética para solucionar realmente el tema de abastecimiento con combustibles fósiles?
El modelo energético y social de desarrollo actual ha dado claros síntomas de agotamiento y fin de ciclo. Por lo tanto, la necesidad de una transición de modelo productivo y ecológico no es ya una posibilidad, sino una necesidad. Lógicamente es necesario evaluar los costes y los beneficios, pero como una labor de diagnóstico para comprobar qué costes es necesario asumir y paliar, pero no como un debate que nos haga plantearnos que no cambiar el modelo energético y ecológico actual es una opción.
¿Dónde están las principales limitaciones que ve usted para cualquier país a la hora de impulsar la transición energética?
El apoyo social. Convencer a todos los sectores de la población que esa transición es necesaria y todos debemos comprometernos con ella. Cuando parte de la sociedad da la espalda a las políticas relacionadas con una transición energética y ecológica, la consecución de estas metas se vuelve más difícil, sino imposible.
¿Qué referencias tenía de Colombia en materia de transición energética?
Desconocía la realidad colombiana y ha sido un gusto poder asistir a esta cumbre y conocer de primera mano las políticas y modelo que se está implementando aquí para favorecer esa transición energética.
¿Qué perspectivas de avance ve para Colombia después de haber participado en este evento?
Creo que existe un amplio potencial de lograr importantes avances en este país. El compromiso actual con las comunidades locales e indígenas es, a mi juicio, una de las fortalezas asociadas a la actual política colombiana de transición energética. Como decía, es fundamentalmente contar con las comunidades y las sociedades para lograr una transición que sea inclusiva y tenga apoyo social, ya que sin estas características ninguna transición será posible.
*Gerente de PRISMA TICS

La agenda verde para Colombia plantea dos dudas fundamentales: 1 - Los sistemas de generación de energía no contaminantes, son suficientemente efectivos y tienen la capacidad total de sustituir a los sistemas de generación de energía proveniente de combustibles fósiles? y 2 - Cómo reemplazar los ingreos provenientes de la venta de nuestras riquezas petroleras y carboníferas, que son un componente muy importante de los recursos del país?