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Oportunidades para la Competitividad del cacao en Magdalena

  • Miguel Angel Perez
  • 23 nov
  • 3 Min. de lectura

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En el departamento del Magdalena volvió a ponerse sobre la mesa una idea que, aunque ambiciosa, podría transformar la economía rural: la creación del Cluster del Cacao, una propuesta impulsada desde la Cámara de Comercio de Santa Marta que responde a una política nacional del Ministerio de Comercio.  El objetivo es claro: articular a los diferentes actores de la cadena de valor para impulsar proyectos alrededor del cacao y posicionarlo como un producto emblemático del territorio.


La palabra cluster, que en inglés se traduce como “grupo”, en la práctica significa mucho más: es la coordinación estratégica de empresas, productores, instituciones públicas, organizaciones sociales y otros participantes de un ecosistema productivo en torno a un bien o servicio. Sin embargo, antes de despegar, la iniciativa enfrentó un primer obstáculo. La evaluación inicial no cumplió con los criterios necesarios para formalizar un cluster, por lo que, provisionalmente, se optó por denominarlo “Nodo”, una estructura menor que no implica una coordinación entre todos los actores de la cadena. A diferencia del cacao,  Magdalena cuenta actualmente con Cluster de café y de mango.  Aun así, esta primera etapa ya revela desafíos profundos que invitan a la reflexión: 1¿Tiene el Magdalena las condiciones para sustentar un cluster de cacao? 2 ¿Podrán los actores de la cadena coordinarse de manera armónica y sostenida? 3 ¿Qué tipo de gobernanza es posible entre alcaldía, gobernación y Cámara de Comercio, considerando sus diferencias políticas? 4 ¿Cuál es el papel de la violencia y los grupos armados en la producción y comercialización del cacao en el departamento?


La primera pregunta se puede abordar con datos. Según cifras de Fedecacao, el Magdalena produjo en 2024 apenas 148 toneladas de cacao. En 2017 había alcanzado 420. Es decir, en siete años el departamento perdió más de la mitad de su producción. El reto no es menor. Si bien en comparación con otros departamentos Magdalena no es un productor principal y tampoco tiene área sembrada significativa a nivel nacional, el potencial ambiental y logístico por el puerto es importante.



En cuanto a la coordinación de los actores —el segundo punto—, esta depende, sobre todo, de la voluntad. Participar en un cluster implica asumir costos iniciales a cambio de beneficios futuros, y requiere confianza, visión compartida y compromiso colectivo. Es fundamental comunicar que un cluster bien gestionado puede atraer capital, impulsar inversiones y convertir las necesidades de los productores en la base para estructurar proyectos sólidos y financiables.


Otro elemento crítico es la débil presencia de procesadoras y maquilas en el Magdalena. Muchas cooperativas y productores deben enviar su cacao hasta Bogotá para transformarlo y luego recibir el producto terminado. Esto incrementa costos, genera riesgos logísticos y reduce la competitividad del territorio.


A lo anterior se suma el desafío institucional: ¿pueden las entidades públicas trabajar de manera coordinada pese a sus diferencias políticas? Alcaldías, gobernación y cámara de comercio tienen agendas distintas, pero su alineación es indispensable para cualquier esfuerzo de desarrollo territorial.


Y, finalmente, está la pregunta incómoda: ¿qué rol juegan los grupos armados en la producción y comercialización del cacao? En una región donde este cultivo “siempre tiene salida”, la tentación de controlar o monopolizar la cadena no es menor. Es una posibilidad.

Los productores del Magdalena enfrentan, además, una situación preocupante. Solo el 16% alcanza el rendimiento de referencia en la zona —700 kilos por hectárea— según estudios recientes. . Los ingresos derivados del cacao son bajos y, en muchos casos, ni siquiera permiten alcanzar un salario mínimo anual, aun sumando otras fuentes de ingreso familiar.

Frente a este panorama, la iniciativa del cluster podría ser una herramienta clave. Primero, para recuperar los niveles de producción que el departamento tuvo en 2017, y después, para mejorar la productividad y fortalecer la cadena de valor del cacao en el Magdalena.


Más que una propuesta técnica, el cluster del cacao representa una oportunidad para reconstruir tejido productivo, generar ingresos dignos y construir un modelo de desarrollo rural más justo y competitivo para el departamento. Es por eso importante se superen los retos mencionados en este articulo y que esta iniciativa se pueda concretar; el hecho que Magdalena cuente con un cluster de cacao puede potencializar las cualidades positivas que tiene el departamento y traer inversión y proyectos para mejorar las áreas de cuidado como: productividad, área sembrada, producción, generación de oferta y competitividad.


*Politologo

2 comentarios


Invitado
hace 3 días

Muy interesante el tema. Desconocía el hecho de que el cacao pudiese jugar un papel importante en la zona. Espero que se fortalezca la idea acá expuesta y que muchos actores sean partícipes en esta activación de la zona.

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Invitado
hace 3 días

Santa Marta tiene mucho potencial que gracias a estos artículos vamos descubriendo. Excelente.

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