Naturalizando Santa Marta: un llamado urgente por la sostenibilidad del Caribe colombiano
- Miguel Angel Perez
- 25 oct
- 3 Min. de lectura

En la histórica Quinta de San Pedro Alejandrino, donde alguna vez se respiró el espíritu libertador de Simón Bolívar, hoy se respira otro tipo de libertad: la de la naturaleza. Del 19 al 21 de septiembre de 2025, este emblemático lugar fue el escenario del Foro Naturalizando Santa Marta, un encuentro que, en su sexta versión, reafirma su papel como un punto de convergencia para quienes creen que el desarrollo del Caribe colombiano solo puede ser sostenible si se construye desde el respeto por el territorio.
El evento —organizado por la Fundación Estación Ecológica Bachaqueros, el Club de Jardinería de Santa Martay Viveros Hermanos— logró algo que pocas iniciativas consiguen: reunir a la academia, el sector privado, las instituciones públicas y la ciudadanía en torno a una causa común. Su propósito fue claro y contundente: fortalecer la conciencia ambiental y promover soluciones basadas en la naturaleza, en un momento en que el cambio climático ya no es una amenaza futura, sino una realidad que toca las costas y los cerros de nuestra región.
Un diálogo entre la ciencia, la cultura y la comunidad
Durante tres días, el foro se convirtió en un laboratorio vivo de ideas y aprendizajes. Allí, la ciencia se dio la mano con el arte y las tradiciones locales. Se habló de plantas, de su poder curativo y de su fragilidad; se recorrieron senderos botánicos para reconocer la riqueza vegetal de la región; se compartieron prácticas ancestrales para sanar la tierra; y se reflexionó sobre la economía circular y la urgencia de cambiar los hábitos de consumo.
Los paneles “Historia viva del territorio” y “Sostenibilidad para la salud de los suelos y ecosistemas marinos costeros” fueron más que discusiones académicas: fueron espacios para mirar de frente las tensiones entre desarrollo y conservación. Allí se plantearon preguntas incómodas, pero necesarias: ¿hasta qué punto las políticas públicas están respondiendo a la crisis ecológica? ¿Qué papel real juega la ciudadanía en la defensa de sus ecosistemas?
Feria de Negocios Verdes: cuando el desarrollo tiene raíces sostenibles
La Feria de Negocios Verdes, coordinada por CORPAMAG y la Fundación Bachaqueros, fue uno de los pilares del evento. Seis emprendimientos certificados Negocios Verdes mostraron que otra economía sí es posible: una que produce, vende y crece sin destruir.
Con ventas superiores a los dos millones de pesos y, sobre todo, con nuevos vínculos entre productores y aliados estratégicos, la feria evidenció que la sostenibilidad también puede ser rentable. Sin embargo, más allá de los números, lo que dejó fue una lección: el consumo responsable y la producción local son herramientas poderosas para cambiar el rumbo ambiental del país, siempre que exista coherencia entre el discurso y la acción.
Alianzas que suman, pero deben perdurar
El foro fue posible gracias a una amplia red de aliados: la Cámara de Comercio de Santa Marta, la Universidad del Magdalena, CORPAMAG, el Museo de Oro Tayrona, el Banco de la República, entre otros. Su apoyo fue esencial para garantizar una logística impecable y una programación diversa.
No obstante, el reto está en que estas alianzas trasciendan los tres días de evento. De poco sirve hablar de sostenibilidad si las acciones no se mantienen en el tiempo. El verdadero impacto se medirá en la continuidad de los proyectos, en el acompañamiento a los emprendedores verdes y en la capacidad de mantener viva la conversación ambiental en la ciudad.
El legado de un foro que crece con las voces del territorio
Naturalizando Santa Marta demostró que la sostenibilidad se construye desde abajo, con participación, con educación y con la voz de la gente. Las encuestas de satisfacción lo confirman: los asistentes no solo valoraron las actividades, sino que propusieron nuevos temas como plantas medicinales, reciclaje y manejo de abonos orgánicos. La ciudadanía quiere aprender, quiere actuar, quiere transformar.
El foro no solo deja cifras ni discursos, sino una semilla simbólica y real: la de una comunidad que empieza a ver en la naturaleza no un recurso, sino un hogar compartido.
Una conclusión con propósito
Naturalizando Santa Marta no es solo un evento anual; es una señal de esperanza y, al mismo tiempo, un llamado de alerta. En tiempos de deforestación, contaminación costera y pérdida de biodiversidad, hablar de sostenibilidad debe ir más allá de lo decorativo.
La sexta versión del foro nos recuerda que el cambio comienza con la educación, pero necesita compromiso político, inversión pública y coherencia empresarial. Porque cuidar la naturaleza no es un lujo: es la única forma de garantizar un futuro posible para el Caribe colombiano y sus comunidades.
*Politologo
