Mis lugares favoritos de Santa Marta.
- Valeria Del Mar
- 26 jun.
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 1 jul.
Uno de los lugares más emblemáticos de mi querida Santa Marta es el teatro que lleva su nombre, el Teatro Santa Marta. Fue inaugurado en 1949, una creación del arquitecto cubano Manuel Carrera, representante clave de la arquitectura moderna en Colombia, y rápidamente se convirtió en símbolo del estilo Art Déco en el Caribe colombiano, siendo muy similar al teatro Jorge Eliécer Gaitán de la ciudad de Bogotá. Durante décadas, fue epicentro cultural donde desfilaron figuras como Cantinflas, José Alfredo Jiménez, Raúl Santi y Leandro Díaz.
Sin embargo, el paso del tiempo lo afectó gravemente. Un incendio en 1979 dañó parte de la estructura, y a falta de recursos, la edificación se deterioró. Durante casi tres décadas operó como cine y tuvo locales comerciales para intentar mantenerlo activo Luego, entre conflictos estructurales, incumplimientos, pandemia y demoras, su rehabilitación se prolongó más de 10 años
Finalmente, en noviembre de 2021 se levantó nuevamente el telón. Con una inversión de cerca de $38.000 millones del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Fontur y el Ministerio de Cultura, se logró la restauración histórica, las mejoras espaciales y con tecnología de vanguardia Ahora cuenta con una sala principal para 880 espectadores, una sala multifacética para 120 personas, iluminación, sonido, ascensores y accesibilidad para personas con movilidad reducida.
La reapertura tuvo lugar el 18 de noviembre con la obra antígona, del grupo de danza el Orbitante Plataforma Bogotá, en presencia de autoridades nacionales y locales, como la ministra de Comercio, Industria y Turismo, la ministra de Cultura, la alcaldesa Virna Johnson y el gobernador Carlos Caicedo. Desde entonces, el teatro se ha consolidado como eje cultural: en su primer año recibió más de 13.000 espectadores y más de 30 producciones locales, nacionales e internacionales.
Hoy, el Teatro Santa Marta no solo es un ícono arquitectónico, sino un motor de la reactivación cultural y económica de la ciudad. Es un espacio inclusivo, moderno, donde convergen teatro, danza, música, circo y conversatorios Su historia, con sus altibajos, refleja el carácter resiliente de Santa Marta, que renace una y otra vez para celebrar su propia identidad.
Dirigiéndome un poco hacia la historia de mi ciudad, llegué a la Quinta de San Pedro Alejandrino, la cual he visitado muchas veces en compañía de mi abuelo. Era una Hacienda muy grande dedicada al cultivo de caña de azúcar y donde producían miel, ron y panela. La casa principal, los trapiches, los sótanos, todo tenía su función. Y lo mejor, es que muchas de esas estructuras aún se conservan, así que podemos ver aún cómo era la vida en aquella época.
Pero lo más impactante es entrar a la habitación donde falleció nuestro gran Libertador, Simón Bolívar. La cama en la cual cerró sus ojos por última vez y en donde también descansó en sus últimos días, un reloj detenido justo a la hora de su muerte, y otros objetos que parecen congelados en el tiempo. Es como si la historia respirara dentro de esas paredes. En una de sus paredes externas, se encuentra grabada la última proclama del libertador.
Es un texto que redactó como su despedida final. Como mi abuelo me lo ha explicado, esta proclama nos deja ver que Bolívar siempre se preocupó por la unidad de las naciones de América. He visitado muchas veces la Quinta de San Pedro en compañía de mi abuelo y de familiares, y gracias a eso puedo contarles hoy todo lo que sé sobre este importante lugar. Siempre recuerdo el tono de voz de mi abuelo cuando lee la última frase de la proclama de Simón Bolívar: “¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”.
Hoy en día, la Quinta es mucho más que un lugar histórico. También funciona como Museo de Arte Contemporáneo que he visitado en compañía de mi abuela y mis primos, quienes atentamente escuchamos todas las historias que ella nos cuenta, detrás de las obras de arte que están colgadas en esas paredes, es un lugar muy especial para mi ya que me recuerda aquel día en el que vi a mi abuela siendo entrevistada por un periodista de la ciudad acerca de su obra literaria llamada “Mujeres recatadas del olvido” en aquellos jardines.
Además está lleno de árboles enormes, flores y hasta palmas donadas por otros países. Es un sitio perfecto para aprender, relajarse y hasta inspirarse. Además, en el Altar de la Patria y la Plaza de Banderas se siente el orgullo de ser colombiano. Son lugares simbólicos que nos recuerdan la lucha por la libertad y todo lo que hemos recorrido como nación.
En resumen, visitar la Quinta de San Pedro Alejandrino es como hacer un viaje en el tiempo, pero sin dejar de disfrutar el presente. Es historia, arte y naturaleza, todo en un solo lugar. Y lo mejor: está abierta al público casi todos los días. Por último quisiera agradecer a mis abuelos por transmitirme tanta historia. Hablar con ellos es como abrir un libro que no está en ninguna biblioteca pero a la vez está en muchas bibliotecas. Así ellos me llevan a pasear por diferentes épocas y a conocer distintos personajes y hechos importantes no solo para mi sino para todo el mundo.Gracias abuelos.
Estudiante 7º. Grado
Colegio Bureche
Santa Marta
Valeria, a pesar de tu edad, muestras una gran inquietud por los temas de ciudad, es maravilloso saber que existen jóvenes preocupadas por temas que alimentan la cultura y el arte.
Excelente Artículo Valeria
Tuve la oportunidad de conocer la Quinta y fue una gran experiencia.
Espero tener la oportunidad de conocer el Teatro.
Valeria excelente tu artículo, gracias por permitirnos a través de el, conocer más de la bella Santa Marta.
Valeria te felicito . Me hiciste transportar en el tiempo y revivir la historia de nuestra querida santa marta
🥰👏
Observo con placer que Valeria del mar se supera con cada escrito, muestra muy buen dominio el idioma y las pautas de la escritura correcta. Dibuja claramente dos lugares icónicos de Santa Marta su teatro y la quinta de Bolívar ante libertador falleció, Sin reticencia agradecer el influjo positivo de sus abuelos de sus conocimientos históricos actualizados, al fin y al cabo no se debe al influjo primigenio de su casa y ella tiene a su lado a dos personas que personalmente admiro muy positivamente.
Felicitaciones a Valeria y sigue por ese camino.
PD :."Mujeres RESCATADAS del olvido" ( ver texto)