top of page

La Navidad, llamado perenne a la paz

  • Foto del escritor: Alvaro Echeverri Uruburu
    Alvaro Echeverri Uruburu
  • 28 nov
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: hace 5 días

“La paz nace del corazón y se nutre de la voluntad de construirla día a día” (papa Francisco)

 


ree

La navidad de este año 2025, infortunadamente no encuentra al mundo ni a nuestro país en el goce de la paz.


Dos grandes conflictos a nivel internacional se mantienen activos a pesar de reiterados esfuerzos de negociación: por un lado, el de Ucrania que parece abrirse a diálogos de paz en medio de continuidad del fragor de la guerra y el de Gaza que tras un inestable cese al fuego, todavía sigue ocasionando centenares de victimas a causa de los indiscriminados ataques del ejército israelí contra la población palestina.


Seguramente existen otros conflictos que no registra la prensa internacional. Uno de ellos, el de Sudán que enfrenta una guerra civil desde hace tres años y que ha ocasionado dos millones de desplazados internos y una inminente catástrofe humanitaria a causa de la hambruna.


A nuestro país tampoco llegó la paz. La llamada política del actual gobierno de la “Paz total “ ha sido un rotundo fracaso. Mal diseñada, pesimamente dirigida y con concesiones inaceptables a favor de los agentes de la violencia. De otra parte, se demostró que estos son simples carteles armados del narcotráfico, sin ningún atisbo de ideal político y por tanto, sin que mereciesen negociar con ellos en calidad de grupos insurgentes.

 

Esta navidad con todo, o mejor con mayor razón nos invita a trabajar por la paz desde nuestra posición individual. Cualquier persona gracias a las redes sociales se ha convertido en dinamizador de procesos colectivos. Aprovechándolas sabiamente podemos contribuir a la paz. Por ejemplo: oponiendo a los discursos fanatizados y de odio, los discursos de la razón y la tolerancia; apoyando con nuestra voz de respaldo a quienes siguen empeñados en la búsqueda de la paz; frente a los fracasos que se producen en esta búsqueda, en vez de la crítica ácida, mensajes de estímulo a perseverar, proponiendo ideas creativas y nuevos caminos para reemprender los esfuerzos por la paz.


El país no puede darse por vencido en esta tarea. Es necesario para ello, entre otras cosas, derrotar la idea de que la guerra y el conflicto hacen parte del “ethos” nacional. La historia del país nos demuestra, por el contrario, que Colombia ha vivido largos periodos de paz y estabilidad.


A nivel internacional, los habitantes de este planeta que se han visto en tiempo reciente bajo la amenaza de una guerra nuclear que terminaría con la especie, esperaríamos que los lideres de las principales potencias, particularmente europeas, recuperen la cordura, abandonando sus afanes belicistas que los llevan a aumentar los presupuestos de guerra a costa del bienestar de sus ciudadanos y se decidan a restablecer la vigencia del Derecho Internacional, el respeto a los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, como instrumentos diseñados por la mayoría de los Estados del mundo, después de las dos peores confrontaciones bélicas de la historia de la humanidad, a fin de garantizar la paz entre las naciones ( El ideal de la paz perpetua de Kant).


Infortunadamente, en el caso de Estados Unidos esto no parecería posible en nuestro hemisferio mientras Donald Trump y sus áulicos funcionarios se encuentren al frente de la presidencia de ese país.


Porque la paz, como lo expresara el papa Francisco, depende fundamentalmente de la voluntad de los hombres por alcanzarla.

Esa paz y la felicidad que en estas festividades deseamos a todos nuestros lectores y amigos que nos han acompañado con su estímulo, observaciones y críticas que han permitido a esta publicación avanzar a lo largo de este año.

 

El Editor.

2 comentarios


Luis eduardo
hace 4 días

Buen propósito que supere Navidad

La guerra es un negocio . La Paz , la reconstrucción , también , el primero de armas , ejércitos , tecnología

El segundo será de oportunidades pero serán los grandes capitales que accedan a él

Las ideologías son la farsa que justifican los dos discursos

Me gusta

Jorge Mendoza
hace 4 días

Todos añoramos un pais en paz, pero los inmenzos intereses económicos de los grupos armados fuera de la ley no permiten que funcione algún proceso de diálogo verdadero. Quizas algún día.

Me gusta
bottom of page