"La tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre”. (Mahatma Gandhi).
Colombia y en particular la ciudad de Cali, exhibió durante los días que duró la conferencia de Naciones Unidas sobre diversidad biológica- COP 16-, un maravilloso espectáculo no solo acerca de la riqueza y diversidad de su naturaleza, sino Igualmente de su extraordinaria pluralidad étnica, cultural, artística, lingüística- más de 500 lenguas indígenas-. e incluso gastronómica.
Clausurado el importante evento que reunió a los funcionarios responsables de la conservación y defensa del ambiente, así como múltiples Ong’s dedicadas a este objetivo de más de 190 países del mundo, Colombia debe renovar el compromiso efectivo con las grandes responsabilidades que tiene en este campo.
Por ejemplo, el Estado debe enfrentar la definitiva terminación de la explotación ilegal de la minería del oro que viene contaminando con mercurio muchos ríos del país, provocando la “desertización” de las regiones aledañas. Esta actividad ofrece una gran complejidad por cuanto en ella se encuentran comprometidos grupos criminales, pero igualmente, una población empobrecida que deriva de aquella su precaria subsistencia.
Desmovilizadas las FARC-EP, los territorios de los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta, donde esta guerrilla tenía enorme poder y presencia, un número grande de ganaderos, madereros e inversionistas, movidos por una renovada codicia, se lanzaron a talar bosques para dedicar las tierras “praderizadas” a la ganadería, obtención de maderas finas y cultivos ilícitos. El actual gobierno ha reportado una disminución importante de la tala, pero se está lejos de poner término a esta actividad depredadora.
Por su parte, la Corte Constitucional reconoció en un fallo “hito" que la Amazonía es un sujeto de derechos, que el gobierno nacional y las entidades territoriales están obligadas a desarrollar medidas para protegerla (sentencia T-622 de 2016). Decisión no solo trascendental sino de máxima urgencia cuando ese pulmón del mundo se ve amenazado por la peor sequía registrada, que ha hecho innavegable en varios tramos de su curso el río más caudaloso del mundo.
“La sequía sucesiva están presionando la Amazonía hacia un punto de no retorno, en el que la degradación de la selva llegará a convertirla en emisora de carbono” (Juan Manuel Galán. El Tiempo, 24/ 10 /26,).
Otro frente de intervención ambiental urgente lo constituye la regeneración y protección de los arrecifes de coral de la reserva Sea flower en San Andrés y Providencia y Santa Catalina. El deterioro que ha sufrido esta reserva tiene graves consecuencias por cuanto los arrecifes coralinos conforman un hábitat para cantidad de especies marinas, con efecto, por tanto, en la actividad de pesca artesanal de los raizales de las islas. Tienen que ver Igualmente con la protección de las costas evitando los efectos de erosión de las playas. Esta importante área de la biodiversidad del país, se encuentra amenazada por la pesca ilegal que exige la intervención decidida y permanente de vigilancia y control de la Armada Nacional.
Sin duda, un viejo problema que ha venido atacando la sostenibilidad del medio ambiente, tiene que ver con la actividad depredadora del narcotráfico. El cambio en la estrategia del gobierno para enfrentar este fenómeno, en el sentido de debilitar la política de erradicación de los cultivos e ilícitos, poniendo todo el énfasis por el contrario en la incautación de la droga, conduce a permitir que la existencia y aumento de tales cultivos continúe deteriorando el medio ambiente de las zonas donde estos se producen, por razón de la deforestación y la contaminación de las fuentes hídricas debido al uso de sustancias químicas contaminantes.
Son muchos más los retos que tiene que enfrentar el país y el gobierno nacional en materia de protección y restablecimiento del medio ambiente. Al respecto la Defensoría del Pueblo ha presentado 50 recomendaciones a diferentes instituciones nacionales y locales sobre la “La conservación, protección y preservación de los ecosistemas estratégicos y de biodiversidad” (El Tiempo, 25/9/24, pág.2.1).
La opinión nacional espera que la próxima conferencia de las partes firmantes del Convenio sobre diversidad biológica- COP16-. por la por lo menos en lo que toca al país, éste pueda presentarse con un óptimo cumplimiento de las metas que en la reunión de Cali se han propuesto a corto y mediano plazo, atendiendo así al llamado hecho por el programa de Naciones Unidas para el medio ambiente PNUMA: “No más promesas de humo por favor”.
El Editor
Las propuestas resultante de la COP 16 son ambiciosas y necesarias, ojalá el compromiso de los presentes sea real..
Gracias por enriquecernos con los aportes de esta excelente y variada Revista.
Claudia Niño-Bogotá
Han sabido hacer una revista exquisita, con trabajo profundos de temas candentes, con un enfoque interesante.
Gran trabajo!
Un fuerte abrazo! Alejandro de Palma. Buenos Aires