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Foto del escritorAlvaro Echeverri Uruburu

La Incorrección, característica de una “Nueva Derecha” global.

Actualizado: 17 jun

No es necesario que el príncipe posea todas las virtudes… pero sí conviene que aparente poseerlas”. (Nicolás de Maquiavelo. “El príncipe”)

 




En contra del consejo del Gran Florentino -y esto constituye una extraordinaria paradoja del presente-, muchos dirigentes políticos y gobernantes surgidos de una derecha radicalizada, una “nueva derecha”, se vienen caracterizando por discursos y comportamientos incorrectos con respecto a lo que se han considerado unos parámetros mínimos de una ética pública compartida por la mayoría de los miembros de una sociedad particular e, inclusive, por la comunidad internacional.

 

 Recordemos algunos casos:

 

Aunque Silvio Berlusconi no pudo considerarse en estricto sentido un político de una derecha radicalizada al estilo de Mateo Salvini actual ministro de infraestructura italiano, sí puede ubicarse como uno de los primeros ejemplos de incorrección política, con sus  célebres fiestas “bunga- bunga” con mujeres menores de edad y prostitutas, lo cual no impidió que fuese electo varias veces,  Jefe del  del gobierno de su país y con la aprobación de muchos varones italianos que lo celebraban como exponente del “macho alfa”.

 

Un ejemplo mediático de la “nueva derecha” globalizada lo ofrece el caso de Donald Trump.  Entre muchas de sus declaraciones contraria a la corrección política, se recuerdan las pronunciadas en un mitin en Iowa durante su campaña a la presidencia en 2016, cuando dijo, sin reato alguno, que él ”podría disparar a la gente en la Quinta Avenida y no perdería votos”. Otra de sus frases de campaña consistió en prometer que “restablecería el ahogamiento simulado para sospechosos de terrorismo”.  Se trataría de volver a emplear la técnica de interrogatorios practicada por la CIA, consistente en verter agua sobre el rostro cubierto por una tela para provocar asfixia al detenido y que bajo la administración de Obama había sido prohibida.

 

 Para reforzar su discurso contra la inmigración- legal o ilegal  a Trump le da lo mismo- el equipo de su campaña difundió un video que pretendía denunciar el ingreso masivo de inmigrantes a los Estados Unidos, pero que más tarde se supo que correspondía al asalto de las vallas por parte de una multitud en el enclave español de Melilla en Marruecos. Con Trump comenzó a popularizarse, así, la técnica del engaño de los “Fake News”.

 

Cuando cruzó la línea de la decencia al atacar a un veterano de guerra, exprisionero en Vietnam de Norte y excandidato presidencial, John Mc Cain, lo cual le ocasionó numerosas críticas, Trump se manifestó “harto de la corrección” que impide moverse en la política del país”.

 

Ninguna de sus declaraciones xenófobas, racistas y misóginas fue obstáculo para su ascenso a la presidencia de la nación autoproclamada “la más sólida democracia de Occidente”. No resultó serlo tanto, cuando el propio Trump, todavía en ejercicio del poder presidencial,  lanzó a las masas de sus seguidores fanatizados al asalto del Capitolio de la Nación, para impedir la ratificación de la elección de su oponente a la presidencia, el 6 de enero del 2021.

 

Tampoco fueron obstáculos para su elección, conductas suyas cuestionables, como  la de pagar a conocidas “artistas porno” , con las cuales había sostenido relaciones íntimas, para comprar su silencio. Conductas que en otros tiempos, caracterizados por el imperio de una moral victoriana que había dominado la vida política norteamericana, lo habrían sepultado electoralmente para siempre.

 

El modelo Trump  de la incorrección política, tuvo su émulo en el sur del continente americano, en el mas grande de todos sus países, Brasil,  en la persona de Jair Bolsonaro, quien ocupó la presidencia de esa nación entre 2019 a 2022.  Este ex capitán del ejército, metido a político, llegó a afirmar que el error de la dictadura militar que gobernó entre 1964 a 1985, había sido el de torturar en vez de matar a sus enemigos izquierdistas. Tuvo ocasión de concretar esta opinión durante el proceso de destitución seguido contra Dilma Russeff- Exguerrillera durante el período de los gobiernos militares- diciéndole en su cara, que si de él hubiera dependido, no la hubiera torturado sino que simplemente la hubiera matado. Al hacer publicó su voto, favorable a la remoción de la mandataria, “dedicó éste al comandante [Carlos  Brilhante] Ustra, famoso por torturar cientos de mujeres durante la dictadura militar “El Espectador, febrero 2 de 2018 página 12)

 

Los exabruptos proferidos por el hoy expresidente y sindicado de organizar la toma por parte de sus simpatizantes de los edificios de los tres Poderes de la Nación el 8 de enero del 2023, son innumerables. Algunos entre muchos: Sostuvo que “los no cristianos no deberían intervenir en la política del país”.  Que el Islam y otras profesiones religiosas africanas deberían ser prohibidas”. Que los llamados “Quilombolas” (descendientes de esclavos fugados) no eran aptos para procrear”.  Que la gente de color “debería estar en los zoológicos”. En su campaña la presidencia, prometió armar a todos los brasileños para “combatir a los malos”, etc.,etc…

 

No es comprensible como un individuo de tan aberrantes opiniones, haya podido llegar a la presidencia de su país y que, en las elecciones presidenciales últimas hubiese sido derrotado por el expresidente Lula- que se había retirado de su última presidencia con enorme prestigio internacional y con una aprobación ciudadana de más de 60%. -por una escasa mayoría.

 

El más reciente personaje de esta fauna de la incorrección política- tal vez no el último infortunadamente- lo representa Javier Milei, no sin razón, apodado “el loco, quien a pesar de sus desvaríos es hoy el Presidente de la segunda nación de Suramérica, la Argentina.

Entre esos desvaríos, se  recuerda sus afirmaciones en los medios de que dialoga a través de su hermana Karina, que funge como “médium”, con su perro muerto, de nombre “Conan” al que identifica como su asesor político. “Si Conan” me asesora en política- dice Milei -  significa que es el mejor asesor de la humanidad”.

 

No solo logra dialogar con su perro muerto, sino con el propio Dios, del cual ”ha visto tres veces la resurrección de Cristo, pero no lo puedo contar-  aclara- porque me dirían que estoy loco”.

“Y Dios le comunica a su elegido, como un día lo hizo con Moisés, que tiene que ponerse a la cabeza de su pueblo para llevarlo a la tierra prometida. Por eso no puede detenerse hasta alcanzar la presidencia”( Sergio Ramírez, “La Piedra de la locura”, El Tiempo 12 de octubre del 2023)

 

Milei a pesar del apoyo que recibe de las corrientes más conservadoras de la sociedad Argentina y de las iglesias evangélicas, no ha vacilado en  ofender las convicciones morales de estos grupos, confesando en una entrevista televisiva que ha participado en “tríos sexuales”, casi siempre “él con dos mujeres”.

 

En Milei la incorrección no solo procede de su salud mental, sino que también es política. De su adscripción a las más extremas de las posiciones de derecha: el Anarcocapitalismo. Así por ejemplo, sostiene que “la educación no es un derecho” y que en su gobierno “la educación dejará de ser gratuita y obligatoria”.  Igualmente, la seguridad social será privada” pues la mejor salud es la que uno paga”. Milei es el único de los presidentes argentinos recientes que niegan los crímenes cometidos por las dictaduras que se sucedieron en Argentina a partir de mediados del siglo pasado y que distintos Tribunales de Justicia han verificado (Los famosos juicios a las Juntas Militares)

Pero, como ha quedado consignado aquí, la incorrección de los discursos de Milei desplazan lo político para elevarse a las alturas de la demencia paranoica. Esta, con todo, inexplicablemente no afectó las esperanzas de sus electores en sus pretendido papel mesiánico destinado a salvar el desastre económico y social en el cual ha devenido Argentina. Y eso seguramente porque su campaña se orientó a atacar la vieja y desprestigiada clase política (la que llama “la casta”), omitiendo hablar de sus planes económicos que han buscado hacer recaer el peso de la recuperación económica en las clases medias y trabajadoras como quedó al descubierto con su llamada “ley ómnibus”.

 

En medio de los excesos verbales y desvaríos de personajes como Trump, Bolsonaro o Milei, que ciertamente repugnan a cualquier forma de corrección  política, lo cierto es que los dos primeros han representado - y desde luego Milei lo viene haciendo Igualmente- la imposición de las políticas neoliberales más radicales y ortodoxas de esta escuela (reducción de los impuestos a los más ricos, favorecimiento a la precariedad laboral mediante los llamados “contratos basura”, desregularización de la actividad económica, oposición a cualquier medida que busque disminuir la degradación del medio ambiente y que afecte a las grandes empresas, etc.).

 

Se han  opuesto a la reivindicaciones feministas, al aborto, a los movimientos que luchan por el respeto a la diversidad y a la libertad de opciones sexuales LGBT+ y otros) , a los movimientos sociales contra el racismo y a las corrientes que defienden una pretendida supremacía blanca y en general a todas las medidas de justicia social, a las cuales buscan etiquetar como producto del llamado “Progresismo”( los “Progres” como llaman con sorna a quienes defienden y promueven estas políticas) y del odiado socialismo- concepto   indiferenciado y mal definido por ellos-.

 

El mundo político desde que existen las democracias liberales cuenta con una serie de reglas formales e informales que los diversos actores políticos en general suelen respetar. Incluso, los partidos y movimientos conservadores tradicionales, en sus relaciones con otros partidos de orientaciones ideológicas contrarias, cuando han accedido al poder, suelen respetar el derecho de estos a ejercer su derecho a la oposición. Ha existido, por tanto, lo que se ha denominado el “Fair Play” entre los distintos participantes en el juego político.

La “Nueva Derecha” o las corrientes conservadoras radicalizadas representadas por individuos como Trump , Bolsonaro o Milei y los movimientos políticos que lo siguen, no aceptan reglas de ninguna clase en la lucha política. Sin reglas, por tanto, quedan autorizados los insultos, las agresiones, las calumnias, el uso de noticias falsas,( “fake news”) que repetidas hasta el cansancio construyen una realidad paralela que termina imponiéndose como realidad verdadera, tal como lo previó Orwell en su novela “1984”.

 

Las opiniones y conductas transgresoras de los líderes de la extrema derecha como Trump o Bolsonaro o Milei llevarían a pensar, desde la lógica tradicional, que estos encontrarían algún tipo de rechazo y consecuencias negativas para sus ambiciones políticas. Por el contrario, nada ocurrió en el primer momento y por tanto, la pasividad del resto de la sociedad constituyó el primer triunfo de estos personajes. A diferencia de lo que ha pasado con Bolsenaro que enfrenta un juicio como promotor del asalto a las instituciones del Estado, la responsabilidad por hechos similares de parte de  Tromp, todavía no ha sido establecida por la justicia y a pesar de que en los hechos violentos del asalto al Capitolio fueron asesinadas cinco personas.

 

Lo más grave de la irrupción de estos personajes, que sin duda son el resultado de las profundas crisis sociales, es que es el que han logrado polarizar a sus sociedades hasta extremos indeseables y peligrosos, particularmente por la difusión de mensajes de odio contra sus adversarios políticos, a los cuales califican como sus enemigos o, en  un lenguaje escatológico, “Personeros del mal” .

 

El fenómeno de la polarización ha sido posible gracias a la fanatización lograda por los dirigentes de la derecha extrema con relación a sus seguidores que, como lo señala el politólogo norteamericano, Jasón Brennan,se comportan con la violencia verbal- y a veces física- como los Hooligans en el deporte. Brendan define a este tipo de Seguidores como adherentes incondicionales de un líder político, defensores de las ideas de este, que a duras penas comprenden pero  rechazan todas aquellas que creen contrarias a las de su líder, sin importar razones o argumentos.

 

Ante la insurgencia de los líderes atípicos de la “Nueva Derecha”, tan radicalmente opuestas a las condiciones éticas que dominaron la política de Occidente después de la Segunda Guerra Mundial, sustentadas estas condiciones en el rechazo a toda forma de fascismo, autoritarismo y totalitarismo, lo mismo que en la promoción y defensa de los derechos fundamentales de la de la persona, resultan justificadas las expresiones de la investigadora austriaca, Natasha Strobl que en un libro titulado “ La Nueva Derecha”. Un análisis de Conservadurismo Radicalizado”, cuando exclama:  “el mundo se ha descarrilado… vivimos en tiempos de emergencia emocional”.

 

Cómo defender la democracia de las amenazas de la “Nueva  Derecha “ radicalizada, tal y conforme  se ha visto en los casos de Trump y Bolsonaro que han sido capaces de atentar contra las Instituciones del Estado de Derecho, es un asunto de la mayor trascendencia que amerita análisis en profundidad y acciones decididas de todos los demócratas sin importar matices.

Así lo han entendido millones de alemanes que en días recientes han salido a las calles de  muchas ciudades de ese país para rechazar y pedir la disolución del partido Neo-Nazi, Alternativa por Alemania (AFD).

 

 Desde estas columnas y con los aportes de nuestros lectores, esperamos contribuir al propósito de defender y fortalecer la democracia del país, pluralista y con justicia social, como la define nuestra Constitución nacional.


*Ex-Costituyente 1991. Ex-Magistrado Consejo Superior de la Judicatura. Magister en Ciencia Política.


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